viernes, 30 de abril de 2010

Asuntos pendientes



No se, a veces me creo lo que la gente me dice. Que soy torpe, que soy bruta, que no se hacer nada bien, que todas mis empresas no son más que sueños sin sentido, que no hay futuro para gente como yo. A tal punto que eso es en lo único en lo que puedo pensar.
Solo errores sin solución. Me conformo al pensar que el sufrimiento de alguien mas es mayor, diciendo eso a veces todo se calma, y me quedo en silencio de nuevo. Odio ese silencio, porque me siento conmigo misma y me miro en mi espejo diciéndome una y otra vez lo que siempre quise escuchar, pero nadie jamás me dijo: “Todo va a estar bien, tranquila que todo va a estar bien”.
Quiero creer que es así, que no soy esas cosas que dicen, pero tantas veces escuche las misma palabras, que no se ya quien debería ser.
Quizá debería ser como ellos dicen. Pero quisiera que mintieran un poco. Que me dijeran con una sonrisa que todo esta bien, que alimentaran mis esperanzas en un futuro. Pero no, solo se ven a ellos mismos sufriendo todo el tiempo. Piensan en sus penas y tragedias, y el efecto de sus palabras se resiente en todos nosotros. Entonces, estas vidas que son usadas para el resto para volcar su ira. ¿Qué queda de nosotros al final?
¿Que es de nosotros, los que cargamos con el peso de ser el sustento y la unión de las personas? Nosotros que escogimos ser los sometidos hasta el momento de elegir ser libres, aquellos que sonreímos al resto, los que solucionamos las cosas, los que alegramos el día, los que sufren en silencio.
A nosotros nadie nos escucha, porque somos como fantasmas, vivimos acompañando a la vida de los demás, pero no tenemos vida. Y tampoco somos capaces de irnos, porque nuestros asuntos pendientes todavía no terminan.

Y a veces me gustaría que alguien viniera y me consolara, y me dijera que esta todo bien. Pero cuando me pasa eso, no hay nadie cerca.
Entonces trago todo de nuevo y me encierro otra vez, pensando en lo desagradable que es la humanidad a veces. Pensando en que tanto sufrimiento tiene un sentido, y que todas esas preguntas tendrán respuesta.
Por eso me alimento de una única frase, que yo suelo decirme al llorar: “Vas a ser muy feliz, Flor... vas a ser muy feliz, porque todo esto tiene un sentido que ahora no podes ver. Pero mas adelante, seguramente podrás ver la luz

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