miércoles, 3 de marzo de 2010

La sensación dentro del sueño.

Sueño con aquel hombre sentado en su escritorio. Ha dejado de mirar la oscuridad, ha pegado media vuelta y posado sus ojos sobre su amada.
Ella lo espera, con su murada perdida en un sueño sombrío. El camina hacia ella, dejando papeles sueltos en la mesada y el viento los vuela. Pero eso a el no le interesa. La chica de sus sueños esta en su vida hoy, y la ha llenado de colores; ha teñido la oscuridad de su habitación con relámpagos de su bolsillo.

“Ella también tiene oscuridad en su cuarto. La habitación contigua a la de ese hombre de mis sueños y a ese escritorio, con los mismos papeles; con sus sombras de velas danzando sobre las paredes. El lugar donde ella vive ha llegado a ser aun mas denso y laberíntico que el de el. Ella estaba perdiéndose a si misma en medio de miedos inconmensurables. Pero lentamente el la rescata. Ella lo llama su salvador.”

El sueño termina, ella despierta, y el esta mirándola. Sonríe, se sonroja y o arrastra a la cama junto a ella. Las sabanas están cálidas porque ella es la chica de sus sueños, pero esta vez es real.
El se recuesta y la abraza. Su piel suave, huele a flores silvestres y crema para manos. Su respiración reconfortante, lo induce lentamente al sueño.
La estrecha contra si y en el espacio entre sus hombros y su cabeza, se acomoda y duerme.

Es la mujer de sus sueños ahora real.

Es el hombre de sus sueños, al que siempre había esperado.
...
Sueño con aquel hombre, con su habitación y su escritorio. Pero ya no esta solo, ni esta tan oscuro su cuarto. Y hay una princesa dormida en su lecho, que respira y vive en un sueño.


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